En el blog Escuela de padres 3.0, el profesor Oscar González nos hace esta reflexión sobre la educación emocional:
No te descubro nada nuevo si afirmo que hoy es importantísima la inteligencia emocional. Las emociones son fundamentales para afrontar nuestro día a día pero hay que destacar que nadie nos ha enseñado cómo manejarlas, cómo gestionarlas e identificarlas. Por ello es esencial establecer una adecuada educación emocional (tanto a nivel familiar como escolar) para que nuestros hijos aprendan a manejar sus estados de ánimo, a reducir y controlar las emociones negativas pero sobre todo para aumentar sus emociones positivas y CRECER de forma integral.
Llevar a cabo esta educación emocional ayudará a que el niño desarrolle una serie de capacidades personales y competencias emocionales tales como:
– Autoconocimiento
– Motivación
– Autoestima
– Control de impulsos
– Autonomía
– Empatía
– Resolución de conflictos
– Pensamiento positivo
Pero recuerda algo muy importante: para poder conseguir que nuestro hijo desarrolle estas competencias emocionales es esencial que los padres también las cultivemos. El aprendizaje de la educación emocional se lleva a cabo a partir de la observación: “Nuestro hijo está pendiente de todo lo que hacemos y decimos… Somos su referente”.
Existen gran cantidad de emociones y es clave que:
* Enseñemos al niño el nombre de las diferentes emociones.
* Le preguntemos cómo se siente (triste, contento, enfadado, etc.) Esto le ayudará a conocerse mejor.
* Le ayudemos a que identifique y exprese cualquier emoción tanto positiva como negativa.
* No ignoremos los sentimientos negativos y evitemos frases como “deja de llorar” o “no te enfades”. De este modo lo que hacemos es bloquear la capacidad de respuesta del niño que aprende y asocia “esto a mis padres no les gusta = está mal”.
* Le invitemos a hablar acerca de lo que siente.
Quiero compartir contigo el decálogo que escribí hace ya un tiempo. Se trata de un decálogo que, si lo seguimos al pie de la letra, nos servirá para formar verdaderos “analfabetos emocionales“. La idea es que hagamos todo lo contrario a lo que se afirma en el mismo para conseguir que nuestros hijos y alumnos se conviertan en personas emocionalmente inteligentes. Espero que sea de tu interés:
1. No dejes a tus hijos que expresen sus sentimientos y emociones. Intenta también no expresar las tuyas pues no es nada beneficioso para ellos.
2. Nunca muestres cariño a tus hijos pues que se sientan queridos es algo secundario. Hay cosas mucho más importantes en la vida…
3. Enseña a tus hijos a que en esta vida siempre podemos conseguir lo que queremos, satisfaciendo así nuestros deseos y, además, sin ningún tipo de esfuerzo.
4. Muéstrales que cuando tengan cualquier problema lo primero que tienen que hacer es actuar y luego, si queda tiempo pensar y reflexionar sobre ello.
5. Enséñales a que se han de preocupar más por ellos mismos que por los demás.
6. Nunca obligues a tus hijos “a ponerse en el lugar del otro”. Hazles creer que son únicos y lo más importantes del mundo: los demás, no sirven para nada.
7. Cómprales todo lo que te pidan. Si lo quieren aquí y ahora cumple con sus deseos no vaya a ser que se frustren… Así conseguirás que crezcan felices.
8. Aplaude todas las conductas negativas de tus hijos, sobre todo lo que hacen mal. Cuando hagan alguna cosa bien, no se la reconozcas jamás.
9. Enseña a tus hijos a que la mejor forma de solucionar los conflictos es a través de la violencia: hablar y comunicarse no es útil.
10. No pierdas el tiempo en educar a tus hijos, para eso está el entorno que seguro que les ofrece una educación ejemplar.
Autor: Oscar González