INFORME SOBRE INCLUSIÓN Y EQUIDAD EDUCATIVAS

La Organización no Gubernamental Entreculturas ha publicado el informe Inclusión y equidad. Una educación que multiplica oportunidades. Con los datos de esta investigación, que ha contado con el apoyo de Casa de América, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y la Campaña del Milenio de Naciones Unidas, Entreculturas fundamenta su defensa de una educación inclusiva que se adapte a las necesidades de cada alumno.

Según este informe, se estima que actualmente en el mundo alrededor de 250 millones de niños y niñas -más de un tercio de los niños y niñas en edad escolar- no saben leer, escribir y realizar operaciones aritméticas básicas como sumar, restar o multiplicar. Además, unos 175 millones de jóvenes de países con ingresos medios o bajos no han adquirido una competencia lectora que les permita autonomía plena en la comprensión de textos escritos.

Uno de los motivos principales es que 58 millones de niños y niñas no asisten a clase, y una cantidad no estimada abandona la escuela sin ni siquiera haber completado la formación Primaria. Esta falta de asistencia tiene su origen en diversas situaciones, todas ellas asociadas o acentuadas por la pobreza, tales como la pertenencia a minorías étnicas o lingüísticas, a países en guerra o a poblaciones que viven en zonas rurales remotas y mal comunicadas o en campos de refugiados.

Por otra parte, para los niños con alguna discapacidad o enfermedad es especialmente difícil el acceso a una enseñanza que se adecúe a sus necesidades y, en general, las niñas y las jóvenes sufren discriminación por considerarse que su formación es socialmente menos importante que la de los chicos y jóvenes de sus mismas comunidades.
Incluso en el caso de que estos chicos complenten su enseñanza, la educación que reciben carece de la calidad necesaria para que se incorporen a la sociedad en igualdad de oportunidades y puedar así salir de su círculo de pobreza y exclusión.
En el estudio se destacan situaciones especialmente alarmantes como las siguientes:
“En la región más pobre del planeta, África Subsahariana, hay al menos 11 países donde el 50% de los jóvenes han cursado menos de cuatro años de estudios. En Burkina Faso y Somalia, un porcentaje de población similar ni siquiera llega a cubrir dos años de estudios”.
“En Nigeria solo un 3% de las niñas de habla “hausa”, la lengua del grupo étnico más importante de África Central, reciben más de dos años de educación formal. ¿Qué futuro espera al 97% restante?”.
Aún teniendo en cuenta la gran diferencia económica con respecto a otros lugares del mundo, el informe destaca también la situación educativa española, en la que es preocupante la existencia de un 25% de fracaso escolar.
Ante esta situación, Entreculturas plantea la necesidad de “promover una educación inclusiva” que contribuya a crear “un modelo social más equitativo” que entienda la educación como un bien común y no como un privilegio del que disfrutan solo algunos grupos.
El educador inclusivo
El informe dedica un apartado especial a la figura del educador inclusivo, pieza clave en la implantación de un modelo de educación inclusiva. Lo define como “un profesional reflexivo que se sensibiliza ante las diferencias de sus educandos, valorándolas como una riqueza” y como “aquel que se compromete vitalmente” de forma muy vocacional.

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