Para que los disfruten, en el sentido más vocacional del término. Es decir, para que su lectura ocasione un deseo de transformación de nuestras prácticas educativas conformistas y, por qué no decirlo, aún excesivamente bancarias.
Para que los disfruten, en el sentido más vocacional del término. Es decir, para que su lectura ocasione un deseo de transformación de nuestras prácticas educativas conformistas y, por qué no decirlo, aún excesivamente bancarias.