Las fotos de Kevin Frayer sobre la fuga y las terribles condiciones de vida de la minoría perseguida por el ejército birmano dieron la vuelta al mundo.
Marginados en Myanmar, que los considera extranjeros, los miembros de la minoría musulmana rohinyá huyen de una campaña de represión por parte del ejército birmano —consecutiva a una serie de ataques de la novel rebelión rohinyá— desde el 25 de agosto pasado.
Más de medio millón de rohinyás se refugiaron en Bangladesh para huir de la ofensiva militar que la ONU definió como un «clásico ejemplo de limpieza étnica». Miles murieron durante la fuga, mientras que los que lograron sobrevivir contaron cómo sus aldeas fueron quemadas, las mujeres, violadas y miles de personas, ejecutadas.