Leer. Leer juntos. Leernos unos a otros

No voy a añadir recursos, ni a repetirlos. Estamos saturados de recursos. Tampoco reflexiones sobre cómo afrontar el trabajo educativo estos días. Las hay también suficientes y muy interesantes. Desde muy diversos puntos de vista.

El horizonte de una estructura formativa no presencial resulta muy tentador y muy deliberadamente suscrito por todas las plataformas tecnológicas que son la punta de lanza de la mercantilización y el desmantelamiento de una enseñanza auténticamente pública, es decir, compensatoria de las desigualdades y protagonizada por toda la comunidad educativa. No hay como ésta confinamiento para darnos cuenta (si es que no nos habíamos percatado ya) la importancia del entorno familiar y las condiciones objetivas en las que transcurre la vida de muchos de nuestros alumnos «que no van bien en el cole». Pero dije que no iba a entrar en reflexiones.

Lo que propongo creo que está al alcance de todos. Leer. Leer juntos. Leernos los unos a los otros.

Leer…con criterio. En esto si podemos ayudar. Asomarnos a esa ventana tan inmensa que hace pasearnos por la realidad sin salir de casa. Citar aquí las ventajas de la lectura nos vuelve a sacar de esta modesta propuesta. También te pido que si alguien que debiera aprender a leer no lo está haciendo, te conviertas en su profesor. Mi padre, sin título alguno, me enseñó a mi antes de ir al parvulario. El que ama a otra persona no le permite ser analfabeto.

Leer juntos. Como en la foto. Clausurar todas las actividades (sobre todo las pantallas) y sentarnos a leer juntos. Un rato al día. Generar un silencio poblado de armonía que ponga en marcha todos los recursos de nuestra cabeza y de nuestro corazón. A lo mejor hasta acompañados de una buena música. Elevar un escalón el espíritu. Intuir, en el silencio de la lectura compartida, que hay formas de comunión que aún no hemos estrenado.

Leernos unos a otros. Puede que algunos tengan muchas dificultades en leer en voz alta. Pues que otro que tenga menos le lea. Será una experiencia impresionante. Se la solemos reservar a los niños pequeños pero yo tengo la certeza de que a los más mayores también les encanta. Habrá que seleccionar otros textos. Los clásicos nunca fallan. Qué cantidad de matices y detalles descubrimos con una buena lectura en voz alta.

Ponernos de acuerdo en leer un grupo el mismo libro y luego «quedar» (ahora virtualmente) para comentarlo, para dialogarlo, para expresar los ecos que el libro ha tenido en nuestra lectura, que son ecos de nuestra propia vida.

En un mundo de ruido, de superficialidad, de prisas, de consignas, de trending topics, de eslóganes virales, de «ocupaciones» dispersas para matar el tiempo,… leer, leer con sentido, leer buena literatura, buenos libros, es un acto de amor y resistencia. Hacerlo juntos y dialogar sobre lo leído puede convertirse en transformador de nuestra vida y de nuestra sociedad.

Llevo muchos años colaborando en Ediciones Voz de los sin Voz. Si accedes a la página Solidaridad.net puedes acceder también a un catálogo de publicaciones sin igual en el panorama editorial dónde la colaboración por adquirir un libro no sobrepasa en el 80% del catálogo los 3 euros. Puedes pedir información, SUSCRIBIRTE. Vamos a hacer un esfuerzo por presentarte nuestros libros en estos días. La cultura es un bien de primera necesidad que debe estar al servicio de todos.

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