A raíz del Covid 19 no hemos dejado de hablar de cuál es la situación ignominiosa en la que están viviendo los ancianos. En el otro extremo de la cadena vital está la infancia. El dato que nos ofrece la ONU es aterrador. Ninguna institución política ni nacional ni internacional merece el más mínimo respeto con semejante atropello a la dignidad. El Covid19 ha tirado de la manta, para enseñar impúdicamente lo que todo el mundo se supone que debe saber: que este mundo está enfermo mucho antes de que llegara este virús (manuelaraus). Extraemos algunos datos del informe de la ONU que aparecen comentados en una crónica de El Planeta Futuro de EL País.

40.000 niños víctimas de homicidios, 120 millones de niñas forzadas sexualmente… El informe de la ONU sobre la situación mundial de prevención de la violencia contra los niños 2020 urge a los países a tomar medidas y advierte del aumento de agresiones y abusos en los hogares e internet durante la covid-19
Las agresiones físicas, psicológicas y sexuales se pueden prevenir y, sin embargo, 1.000 millones de niños las siguen sufriendo cada año en todo el mundo. Uno de cada dos. Así lo señala un informe de la ONU sobre el estado de la cuestión, que llama a los países a adoptar medidas contra la violencia dentro y fuera de internet y alerta de su recrudecimiento debido al confinamiento por la covid-19 y a la crisis económica.
La mayoría (88%) de los países tienen leyes de protección de la infancia, pero en la práctica, menos de la mitad aplica bien las normas y solo una quinta parte tiene planes de acción plenamente financiados y objetivos medibles. “Los países deben invertir en programas e infraestructuras que conviertan la violencia contra la infancia en una cosa del pasado”, ha afirmado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, durante la presentación del Informe sobre la situación mundial de prevención de la violencia contra los niños 2020 junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef, Unesco, la Alianza Global para acabar con la Violencia Contra los Niños y la representante especial del Secretario General de la ONU.
El informe recoge por primera vez el progreso de 155 países en la aplicación de un paquete de siete medidas bajo el acrónimo INSPIRE para enfrentar la violencia contra la infancia. Contar con un punto de referencia es esencial para seguir la evolución de los países en los próximos años y ayudarles a reforzar las áreas de las que más cojean. A nivel global, queda trabajo por hacer: tres de cuatro niños de entre dos y cuatro años sufrieron violencia parental en el último año; uno de cada tres estudiantes de 11 a 15 años padeció acoso en el último mes, y 120 millones de niñas y chicas de hasta 20 años han sido forzadas sexualmente a lo largo de su vida.
“La violencia contra la infancia tiene efectos que duran siempre, socavando el desarrollo de los individuos y de las economías”, ha señalado el director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, que ha visto en los datos “un poderoso recordatorio de la urgente labor que tenemos por delante”.
La violencia contra la infancia tiene efectos que duran toda la vida, socavando el desarrollo de los individuos y de las economías
El documento también desvela que más de 40.000 niños fueron víctimas de homicidios en 2017 (unos 28.000 niños y 12.000 niñas). En un mundo de datos, se trata de la primera estimación mundial de homicidios contra menores de 18 años. Unas cifras preocupantes ante el aumento del riesgo de agresiones por la crisis de la covid-19 y el declive económico.
El efecto de la pandemia
La pandemia de coronavirus ha aumentado el riesgo de violencia y abusos en los hogares y a través de internet. “La violencia contra los niños siempre ha estado presente, y ahora podría empeorar mucho”, ha señalado Fore de Unicef. “El confinamiento, los cierres de escuelas y las restricciones de movimiento han dejado a muchos niños sin el amparo de la escuela y a merced de sus maltratadores. Es urgente intensificar los esfuerzos para protegerles, sobre todo, considerando los servicios sociales como esenciales y reforzando las líneas telefónicas de ayuda a la infancia”.
G. VIÑOLAS El Planeta Futuro. El País.