impacto covid-19 en la salud mental de niños y adolescentes en españa

Impacto que la pandemia por COVID-19 ha tenido y puede tener sobre la salud mental en la infancia y la adolescencia

El impacto que la pandemia de COVID-19 ha tenido y puede tener sobre la salud mental de los niños y adolescentes no es uniforme. Dependerá de factores diversos, como el fallecimientos de seres queridos, la separación de sus cuidadores por causas laborales o aislamiento obligado por contagio, trastornos mentales de base y vulnerabilidad personal.

Así se pone de manifiesto en un informe que recoge los resultados de una encuesta en la que han participado 169 psiquiatras y psicólogos clínicos de 30 ciudades españolas y en la que, a través de 30 preguntas, se han evaluado aspectos relacionados con la asistencia prestada a menores de edad con problemas de salud mental durante el periodo de confinamiento.

El estudio, promovido por la Plataforma de Asociaciones de Psiquiatría y Psicología Clínica por la Salud Mental de la Infancia y Adolescencia, confirma que los menores más vulnerables a los cambios de rutina o con necesidades de apoyo social, como son los niños y las niñas con trastornos del neurodesarrollo de mayor gravedad o aquellos en situación de violencia intrafamiliar, han sufrido especialmente las consecuencias del confinamiento.

«Es previsible que los problemas de las familias más vulnerables hayan estado encubiertos, incluidas situaciones de violencia de género e intrafamiliar ascendente, y será en el futuro cuando podamos sacar conclusiones sobre su situación y afectación real», señalan los autores del trabajo en el documento de síntesis del informe, donde también se pone el foco en la «sobrecarga añadida» que han sufrido durante la pandemia las familias con personas fallecidas o enfermos graves cercanos.

«También los trabajadores sanitarios que han estado en primera línea contra la COVID-19 y el personal de servicios básicos han sufrido grandes dificultades para atender a su familia: el miedo y la culpa por el riesgo de la contaminación del virus a sus hijos, la dificultad para atender las necesidades básicas de la crianza (como la lactancia materna) y, frecuentemente, los largos periodos de separación han teñido de penalidad el tiempo de confinamiento», resaltan.

Como indican las asociaciones que han desarrollado el estudio, cualquier menor puede manifestar transitoriamente síntomas de ansiedad o depresión como consecuencia de la crisis que estamos viviendo, signos que pueden ser «una respuesta normal y adaptativa» a los cambios sufridos.

psiquiatria informe covid 1

En este contexto, los profesionales encuestados –el 84% desarrolla su trabajo principal en dispositivos de atención a la salud mental infanto-juvenil del Sistema Nacional de Salud (SNS)– consideran que la situación generada por la epidemia de coronavirus y el confinamiento asociado conllevarán un incremento de las demandas de atención a la salud mental de niños y adolescentes, fundamentalmente por un aumento de los problemas de ansiedad, de conducta, de aprendizaje y de relación en el contexto escolar (una vez que se reanuden las clases), así como problemas asociados al uso de las nuevas tecnologías.

Los psiquiatras y psicólogos clínicos constatan que el esta situación ha tenido ya consecuencias en las dinámicas sociales, y va a influir en la forma de expresar el malestar emocional y la enfermedad mental, así como en la manera de atenderla, especialmente en grupos vulnerables, como son los niños y adolescentes.

Sorprendente buen comportamiento

Según se informa desde la plataforma, el 75,5% de los profesionales coinciden en destacar la sorpresa manifestada por la mayoría de las familias por el adecuado comportamiento general de sus hijos durante este periodo de pandemia. La tranquilidad por estar juntos, con el menor en casa, pudiendo incluso disfrutar de la relación, es otra de las sensaciones transmitidas por las familias a psiquiatras y psicologos, aunque también les han hecho llegar las dificultades que se han encontrado para conciliar el trabajo y la organización familiar y para ayudar en las tareas escolares. En el caso de menores con trastornos del desarrollo, discapacidad o conflictos familiares, han expresado su preocupación ante la disminución de la atención prestada por diferentes servicios públicos.

psiquiatria informe covid 3

Para los niños y adolescentes, el confinamiento ha supuesto tranquilidad por no tener que ir al colegio y poder estar en casa, aunque también han estado presentes las dificultades en la realización de las tareas escolares, el malestar por no poder ver a sus abuelos o amigos y el mayor tiempo de uso de pantallas.

Más del 64% de los profesionales ha visto reducida la demanda de primeras consultas

La situación vivida a raíz de la pandemia y el confinamiento supuso el cese repentino de ciertas actividades asistenciales que, normalmente, se realizan demanera presencial, en los diferentes centros sanitarios. Así, miles de niños y adolescentes y sus familiares que se encuentran en tratamiento psicológico o psiquiátrico en diferentes dispositivos de la red pública de Salud Mental y en consultas privadas «vieron interrumpidas sus sesiones de tratamiento de un día para otro, sin saber cómo y cuándo sería el momento de la vuelta a la normalidad«.

Este escenario también tuvo impacto en la mayoría de los profesionales, teniendo en cuenta que uno de los pilares de las intervenciones con personas que presentan problemas de salud mental «es la creación de una adecuada relación terapéutica para favorecer la comunicación».

A este respecto, y en relación a las preguntas dirigidas a los profesionales sobre la organización asistencial, los psiquiatras y psicólogos clínicos encuestados informaron de las siguientes consecuencias derivadas de la pandemia: 

  • Cambio de consultas presenciales por telefónicas: 92,3%
  • Supresión de primeras consultas: 31,4%
  • Cierre de unidades, centros, plazas de Hospital de Día o camas de hospitalización completa: 24,9%
  • Trabajo desde casa: 62,7%
  • Supresión de las coordinaciones presenciales con otros profesionales: 53,8%
  • Supresión de las intervenciones grupales con los padres: 23,2%
  • Supresión de las intervenciones grupales con los menores: 47,3%
  • Supresión de las psicoterapias: 21,9%
  • Supresión de las evaluaciones psicométricas: 37,3%

Estas modificaciones han supuesto que el 64,5% de los profesionales hayan visto reducida la demanda de primeras consultas, mientras que un 36,7% informa también de la disminución de consultas de urgencias.

psiquiatria informe covid 2Contacto a distancia

Durante el periodo más restrictivo de la crisis sanitaria, nueve de cada diez profesionales utilizaron la llamada telefónica de manera habitual para el seguimiento de los menores y sus familias, un 47,95% el correo electrónico y un 42% las videollamadas. Según la encuesta, el 72,85% de los psiquiatras y psicólogos clínicos que han participado en el estudio manifiestan haber mantenido el contacto tanto con los menores como con sus padres, lo que garantiza la continuidad del proceso y la relación terapéutica. 

Además, si bien siete de cada diez profesionales atribuyen una menor eficacia a las intervenciones a distancia, también reconocen que esta alternativa «puede favorecer la accesibilidad a ciertas familias, ayudar a una mejor gestión del tiempo y facilitar la comunicación con los adolescentes, ya que son herramientas de uso habitual entre ellos».

En este contexto, esta Plataforma de Asociaciones de Psiquiatría y Psicología Clínica subraya que la mejora de los servicios de Salud Mental «es un objetivo imprescindible si queremos dar una respuesta integral al brote de COVID-19, ya que sus consecuencias tienen gran impacto psicosocial debido al miedo, la incertidumbre y la estigmatización que conlleva, que pueden actuar como barreras para las intervenciones médicas y de salud mental apropiadas». Ser conscientes de este hecho, añade, «es fundamental para evitar el aumento de las desigualdades e inequidad de salud ya existentes».

Por ello, las asociaciones que integran la organización hacen un llamamiento a la sociedad y a las administraciones públicas sobre «las repercusiones psíquicas que acompañan a esta pandemia, no olvidando que también es una crisis social y económica con impacto en la salud mental» sobre la necesidad «de invertir en recursos humanos y materiales, incluyendo el cuidado y la promoción de salud mental de los menores y sus familias, con el fin de adecuar nuestro sistema sanitario a sus necesidades».

La Plataforma de Asociaciones de Psiquiatría y Psicología Clínica por la Salud Mental de la Infancia y Adolescencia está constituida por las siguientes entidades: Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología, sección de Infancia y Adolescencia (AEPCP-IyA), Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN), Asociación Española de Psiquiatría del Niño y del Adolescente (AEPNYA), Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (ANPIR), Sociedad Española de Psiquiatría (SEP), Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente (SEPYPNA).

Fuente Salud a diaro.es

Leer más: http://m.juspax-es.org/products/impacto-que-la-pandemia-por-covid-19-ha-tenido-y-puede-tener-sobre-la-salud-mental-en-la-infancia-y-la-adolescencia/

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