QUÉ NO ES EL APRENDIZAJE BASADO EN PROYECTOS

El libro de Juan José Vergara editado por Narcea y titulado Una Aula, un proyecto constituye una de las mejores referencias para un planteamiento adecuado del Aprendizaje Basado en Proyectos. Desde este blog lo recomiendo. Como aperitivo para su lectura y su estudio me ha parecido muy interesante el capítulo en el que trata de explicar lo que normalmente se tiende a entender por ABP (desde ahora las siglas con las que hablaremos de Aprendizaje Basado en Proyectos) pero está lejos de ser, a su entender. El capítulo se llama Qué no es ABP y extractamos aquí algunas de sus principales tesis.

UN AULA, UN PROYECTO | JUAN JOSÉ VERGARA | Casa del Libro

Por supuesto, no existe un único modelo de proyectos, no existen las recetas y tampoco es deseable que así sea. Nos lo recordaba el conocido pedagogo Bartolomé Cossío ya a principios del siglo XX: En cosas de educación no hay recetas. Lo que tal vez se puede afirmar con carácter general y para situar LO QUE NO ES ABP, es que sí que es un marco estratégico para docentes insatisfechos, una forma de ordenar experiencias y formas de entender la enseñanza comprometida con los aprendices del siglo XXI

No es una metodología

El método, según Edgar Morín- experto en análisis de sistemas complejos- , es una estrategia, una dirección, un camino a recorrer en un marco determinado de enseñanza y aprendizaje que hay que definir. Las metodologías no son más que «instrumentos» que se utilizan en función de esa estrategia, un conjunto de instrucciones que pretenden llevar a cabo un fin prefijado.

El ABP debe entenderse más como ese marco sobre el que pensar el aprendizaje, un marco estratégico, con dos características:

  • Se acomoda a los estilos de aprendizajes de alumnos y docentes. Es abierta y flexible
  • En ella encajan de forma natural múltiples recursos: aprendizaje cooperativo, técnicas de creatividad, tecnología, problemas, gamificación,…

No es una mera actividad interdisciplinar

Hay decenas de propuestas educativas, PREDISEÑADAS por equipos de docentes, que se han hecho llamar ABP y que no carecen de interés. Pero se incumple una de estas características que sí que define al ABP:

  • Son proyectos que no parten de los propios intereses de aprendizaje de los alumnos
  • Y no tienen una lógica narrativa que los acompaña

Son actividades ciertamente organizadas en torno a un eje temático común y que combinan ciertamente varias disciplinas tradicionales. Pero deben definirse mejor como Centros de interés que aglutinan actividades multidisciplinares. Son interesantes, pero no pasan de simulaciones, muchas veces artificiosas y alejadas de la realidad, que incorporan diversas tecnologías de la información y la comunicación.

El ABP trabaja con el currículo no ya diseñado sino con un currículo que se constituye en el material que permite que el conocimiento se produzca. Es un marco de aprendizaje colaborativo, creativo y abierto:

  • Parte de la realidad, trabaja directamente con situaciones concretas, con cifras reales y, a ser posible, en la que habitan los alumnos. Esto puede hacerlo con una aventura fantástica, o bien con la realidad más inmediata.
  • Utiliza «herramientas» de todo tipo, también las tecnológicas. Y ciertamente requiere de una Arquitectura que permita narrar el aprendizaje como algo colaborativo y poner a disposición de la comunidad el proceso y el producto del mismo.

No es algo nuevo o una moda.

La ABP es un método (no metodología) con raíces muy profundas. Los primeros proyectos iniciaron su andadura hace siglos en Escuelas de artes y oficios en Europa y, muchas décadas después, fueron redefinidos por autores como Kilpatrick, que constituye uno de los que sistematizaron el método de proyectos.

Hoy, continúa su trayectoria en contextos que no se parecen en casi nada a los que entonces se definieron. En esencia, el ABP lo que trata es ayudar a redefinir el papel de alumnos, docentes y la comunidad educativa, facilitando un marco en el que el currículo es un instrumento que permite a los alumnos satisfacer su necesidad de aprender.

NO es incompatible con otras formas de enseñar y aprender.

El ABP no puede ser un modelo único de enseñanza. En la actualidad disponemos de variados marcos de enseñanza. Tal vez limitarnos a uno sea un gran error. El aprendizaje es un proceso complejo.

Los procesos necesarios para que se produzca el aprendizaje incorporan rutinas sencillas como la memoria o el entrenamiento, o rutinas más complejas como la creatividad, el pensamientos crítico, el pensamiento ejecutivo,.. Todos son necesarios para el aprendizaje.

Pero para determinadas rutinas de base tal vez ni siquiera sea el ABP lo más adecuado. Para aprender a leer, a calcular, a resolver problemas matemáticos,… no es necesario plantearse el ABP. Dónde si que puede ser realmente útil es para el desarrollo de procesos de pensamiento de orden superior.

No es algo que los docentes diseñan y los alumnos realizan

No es un recurso didáctico que los docentes diseñan e implementan con los alumnos con un cierto grado de artificiosidad para motivarlos. El ABP no es un recurso motivacional. Lo que intenta es llevar a «la primera persona» de los alumnos los temas que tratan de forma que se convierten en proyectos en los que deciden implicarse.

Y, sobre todo, no es una receta ajena a la realidad de las escuelas reales

El autor del libro que comento, Juan José Vergara, defenderá con toda claridad dos ideas en el ABP:

  • El experto en tu aula eres tu. Y, por tanto, es el proyecto el que debe mostrarse como una herramienta útil para tu experto criterio
  • El enfoque por proyectos no es una receta. No dice, en cada momento, lo que debes hacer. El ABP es un marco estratégico para entender la enseñanza desde una óptica distinta a la tradicional, pero realmente eficaz para dar respuesta a las necesidades que plantea nuestro mundo actual

EL ABP es algo tan sencillo como responder al sentido común en educación:

  • Aprender es un acto intencional. En él interviene la persona en su conjunto y no solo sus capacidades racionales.
  • Aprendemos para algo. Solo lo que responda a una necesidad real percibida como tal por los alumnos tiene posibilidades de permanecer como un aprendizaje relevante
  • Aprender es algo que hacemos- como el resto de la vida- con los otros.
  • Los contenidos son instrumentos que facilitan el aprendizaje
  • La evaluación es un momento valioso en el que docentes y alumnos reflexionan sobre el proceso que han vivido y cómo han construido su forma de entender la realidad y actuar sobre ella.

Esperemos que, a partir de estas pocas ideas, sencillas pero claras, nos adentremos más en profundidad en el Aprendizaje Basado en Proyectos. El libro de Juan José nos será de gran ayuda.

Autor: manuelaraus (autor de este blog)

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