AHORA TOCA APRENDER EN EL LIBRO DE LA VIDA

Propongo una sola actividad para el tiempo de encierro a los chicos que ya han aprendido a escribir o lo están haciendo: ESCRIBIR UN DIARIO. EL DIARIO DE UN “ENCIERRO” INVOLUNTARIO.

Más del 40 por ciento de los niños españoles tienen su propio ...

El jueves, 12 de marzo de 2020, se suspendieron las clases en los colegios de Madrid y de todas España. En ese momento, y desde la más absoluta desorientación, se nos pidió a los profesores “mantener las clases” a distancia. Lo que aquí os dejo por escrito forma parte de esas comeduras de coco que tenemos los profes que nos sentimos en el deber de atender a los alumnos de los que nos sentimos tutores.

Como ya sabéis los seguidores de este sencillo blog, soy profesor desde hace mucho tiempo. Ahora en primaria, pero casi toda mi trayectoria ha transcurrido en el primer ciclo de secundaria.  Trabajo en una cooperativa de Enseñanza en una barriada de la periferia de Madrid, Villaverde Alto. Pertenezco pues a esa miriada de profesores a los que se les ha encomendado “mantener las clases” desde casa. Es decir, a esos a los que nos está tocando “reinventar” el proceso de enseñanza actual para reconvertirlo en un proceso de enseñanza-aprendizaje “a distancia”.

No voy a repetir aquí la cantidad de reflexiones que se han hecho por internet en torno a esta novedosa situación. Comparto muchas de ellas, especialmente la que más preocupa: ¿Cómo llegamos a distancia a aquellos alumnos a los que ya nos costaba llegar “sin distancia”, en el día a día del cole? ¿Cómo “conectarnos” y mantener el “contacto”, ahora virtual o telemático, con ellos que viven en entornos precarios en todos los sentidos? ¿Cómo dar clases “a distancia” a alumnos sin “casas adecuadas”, a veces sin la alimentación adecuada, sin recursos informáticos tales como una Tablet o un ordenador, sin conexiones a internet, sin el apoyo de nadie que pueda hacerse cargo de ellos porque “casualmente” son los hijos de los que tienen familias desestructuradas, o de muy bajo nivel cultural, en las que además tienen que salir todos los días a trabajar en esos oficios “descualificados” que nos mantienen a los demás en casa?.

¿Cómo llegamos “a distancia” a aquellos alumnos a los que ya nos costaba llegar “sin distancia”, en el día a día del cole?

Han salido y seguirán saliendo muchas reflexiones en torno a la ampliación de la brecha de la desigualdad en el acceso al conocimiento, o en torno a la también llamada “brecha digital”. Aunque, a decir verdad, apenas nos aportan nada que no supiéramos ya. Con la salvedad de que ahora la reflexión sobre el tema sale a la luz pública, a toda la sociedad, con una fuerza que antes no tenían. Deberíamos tener también en cuenta, en este diálogo tan necesario, que la Escuela presencial ha conseguido más bien poco en lo que se refiere a “compensar” esta brecha. Ahí tenemos los datos de fracaso, abandono, absentismo o pase a “vías muertas” que nos siguen hablando de en torno a un 25% de fracaso en la consecución de competencias consideradas elementales y básicas para nuestra sociedad. A lo mejor porque las políticas educativas no se han planteado, nada más que nominalmente, este objetivo compensatorio. El proceso de mercantilización y privatización, que afecta a todo el sistema, es también un hecho que venimos denunciando muchos colectivos. Esta página web entre otras.

La Escuela presencial ha conseguido más bien poco en lo que se refiere a “compensar” esta brecha (brecha de la desigualdad social)

Adelgazando la brecha digital en América Latina

Tengo que decir a continuación que la población más “excluida”, antes y ahora con el encierro, no son exactamente los “alumnos con necesidades educativas” o con problemas de aprendizaje, aunque en parte también coincidan. Nuestro Centro es un centro caracterizado desde el principio y por vocación y dedicación a la “integración” (se decía antes) o a la inclusión (se dice ahora) de toda la diversidad funcional del alumnado que cabe tener. Eso forma parte de nuestro ADN y de la cotidianidad de nuestro alumnado. Y puedo asegurar que entre este alumnado también hay brechas. Unas brechas que pasan, como no, por los mismos parámetros que afectan al resto de los alumnos. No tiene nada que ver un alumno con estas dificultades que tenga un entorno “rico” en apoyos, recursos y estímulos con un alumno que carezca que este entorno. De hecho, algunos de estos alumnos con “diagnósticos” reconocidos en la escuela van bastante mejor en ella que otros sin esos diagnósticos. La “desventaja” sociofamiliar (que es un reflejo de la injusta desigualdad social) es más poderosa que las “discapacidades”.

Dicho esto, retomo el tema. En mi opinión, la introducción de las nuevas tecnologías en la sociedad es un hecho que no podemos eludir. Ninguno de estos alumnos con los que me está siendo imposible contactar o mantener un contacto, carece, salvo muy excepcionalmente, de una tele o de un móvil (o más) en su casa o en la “solución habitacional” en la que viven. Y en algunos casos, móviles de una “generación” mucho más avanzada que los que tienen otros. Tener y disponer de dispositivos digitales ha cambiado la vida de todos. Sólo que lo que para unos puede ser además el motivo de un enriquecimiento del entorno de aprendizaje (estaría por ver si lo está siendo), para otros no es más que una herramienta más de embrutecimiento bestial y una “droga” adictiva, no sé si decir, más potente y tal vez dañina que muchas otras consideradas tales.  Véanse todos los estudios que se están haciendo sobre el impacto real de las nuevas tecnologías en los jóvenes. A la espera de que en algunos de ellos (posiblemente los haya y aún no lo sepa) el factor socioeconómico-cultural nos ofrezca datos por estratos sociales.

Por eso el problema que considero más grave es que lo que realmente ha aumentado con la introducción de las TIC es EL ANALFABETISMO. Y no sólo el analfabetismo digital, sino todo el ANALFABETISMO con mayúsculas. No me cansaré de utilizar la acepción de analfabetismo que utiliza uno de los pedagogos que más ha influido e influirá en el siglo XX, Paulo Freire. Analfabeto es el que es incapaz de ENTENDER el mundo que le rodea. Esto quiere decir que NO BASTA con aprender los códigos, los significantes, los signos. Que no basta tampoco con leerlos “mecánicamente” e incluso “comprensivamente”. Y que tampoco basta con manejar ese código por escrito. Estar alfabetizado implica aprender a LEER LA REALIDAD. Implica que la REALIDAD, la vida, la existencia, NOS PROBLEMATICE. Implica que la vida, la realidad vital en la que nos movemos, nos suscite preguntas, dudas, curiosidad. Implica que la realidad nos asombre, nos interrogue, nos haga preguntarnos los “porqués” y los “cómos”. Implica comprender, criticar (pensamiento crítico), saber expresar y suscitar los mecanismos de transformación del “mundo” que nos rodea para hacerle más luminoso, más humano, más solidario, más amable. Implica asumir la responsabilidad de ser sujeto, personal y colectivamente, de la historia que te está tocando vivir.

El problema más grave es que está aumentando EL ANALFABETISMO, y no sólo el digital

Qué es el analfabetismo emocional? Conoce sus causas y síntomas

Y ahora volvemos al principio. Se nos piden “clases a distancia”. Se nos ofrecen, a los profesores y a los padres, recursos virtuales para aburrir. Por cierto, abro paréntesis, estoy hasta las mismísimas … de las ofertas de vídeos, plataformas, actividades, fichas, páginas web que nos están llegando de todos los ámbitos. Valoro la generosidad y el trabajo que miles de personas con buenísima voluntad nos están haciendo llegar. Pero todo esto…para mantener “las clases” con la misma estructura, exactamente, que tendrían si siguiéramos acudiendo al colegio. Hay que mantener el curriculum. Hay que mantener los contenidos y las competencias. Aprovechar, eso sí, para seleccionar aquellas competencias y contenidos que se consideren básicas y esenciales. Hay que mantener la estructura de las áreas tal y cómo la tenemos. Hay que avanzar el temario e incluso plantearnos cómo podemos “evaluarle” a distancia. Hay que dar cuenta de aquellos a los que no hemos sido capaces de contactar. Hay que dejar tiempo de recreo, hay que seguir mandando deberes, … Hay que reinventarse para seguir haciendo más de lo mismo, pero encima “a distancia”, sin todo lo que reporta el “curriculum” oculto e informal en lo que se refiere a creación de vínculos personales y sociales intra e intergeneracionales, o a aprendizajes transversales tan importantes como convivir y gestionar las mil habilidades sociales y emocionales que eso implica. Y un sinfín de áreas “no escritas” que se trabajan, para bien y para mal, en la enseñanza presencial.

Hay que reinventarse para seguir haciendo más de lo mismo, pero encima “a distancia”.

Yo mismo estoy inmerso en ese proceso de “reinvención”. Tengo que decir que contaba ya con una infraestructura que me ha resultado tremendamente valiosa en estos momentos: un grupo de correos de casi todas las familias del aula y un grupo de correos corporativos de todos mis alumnos, que además habíamos puesto en marcha un aula virtual de Classroom. Así que voy a tirar una piedra, pero no estoy libre de pecado. Formo parte del engranaje de reproducción aunque trato de enmendarme.

Después de darle muchas vueltas a este asunto, que para eso tenemos el sueño cambiado y en muchas noches el insomnio nos juega malas pasadas, he llegado a la conclusión de que la ÚNICA tarea que merece la pena que les mandemos y orientemos a los alumnos, voy a referirme a los de 8-9 años en adelante para no meterme en otros jardines, en estos momentos es la de HACER UN DIARIO decente. Si lo pueden hacer por ordenador e irlo compartiendo, fenomenal. Si no, pues en papel.

La ÚNICA tarea que merece la pena que les mandemos y orientemos a los alumnos en estos momentos es la de HACER UN DIARIO decente

Un diario en la que les obliguemos a expresar lo que está pasando y les incitemos a investigar y leer todo lo necesario para entender por qué están encerrados en casa.

Un diario donde consignen cómo se sienten, qué emociones están viviendo, en qué situaciones están viviendo esas emociones.

Un diario que dé cuenta de las personas que están poblando en este momento su “universo” aparentemente reducido. Un diario que describa a esas personas, sus conductas, sus comportamientos, sus gestos de amor, de ayuda, de odio, de ira, de desesperación, …

Un diario que refleje el “entorno” de películas, música, juegos, videojuegos, series, … que están utilizando para pasar el tiempo.

Un diario donde se hable de los libros leídos, de los cuentos escuchados, de los libros recomendados por otros.

Un diario que les permita elaborar relatos, poesías, cuentos, historias que- usando muchas de las “técnicas” y “géneros” de escritura de las que les hemos hablado- se convertirán en libros de literatura hechos por ellos mismos

Un diario en que reflexionen sobre las cosas que son importantes ahora y las que no lo son. Sobre el valor de la familia, la amistad, la vida y la muerte. Un diario que los convierta en filósofos.

Un diario en el que tomen fotos de todos sus trabajos artísticos, de cómo están ejercitando el cuerpo, de sus bailes, …

Un diario que les enseñe, poco a poco, con paciencia (porque al principio no tendrá gran valor no será un muestrario de habilidades de observación y reflexión), a pararse a reflexionar sobre lo que ven, lo que oyen, lo que hacen, lo que dejan de hacer, …

Un diario, en suma, en dónde utilicen el mejor libro que todos tenemos a nuestra disposición: LA VIDA MISMA, LOS ACONTECIMIENTOS que, como decía el gran maestro E. Mounier, son los grandes maestros de la vida.

Un diario que luego se convierta en NUESTRO LIBRO DE TEXTO cuando regresemos al cole.

IDEAS PARA INCLUIR EN SU DIARIO DE VIAJE - Joya Life

NI MÁS NI MENOS.

Que luego hay que proponerles ejercicios de matemáticas, pues se les propone también. Pero hay que ver la cantidad de matemáticas que estamos dando a diario con los recuentos, las estadísticas, las curvas, …

Que luego nos piden… PUES QUÉ MAS QUEREMOS, que nos pidan.

Y nosotros ¿qué hacemos? ORIENTAR, ANIMAR, INQUIRIR, PREGUNTAR, SUSCITAR… todo lo que podrían escribir en ese diario, todo lo que podrían aprender con este diario. (Y corregirles la gramática y la ortografía ya de paso)

Y nosotros ¿qué hacemos? ORIENTAR, ANIMAR, INQUIRIR, PREGUNTAR, SUSCITAR… todo lo que podrían escribir en ese diario

Autor: Manuel Araus

3 comentarios

  1. Excelente tu propuesta, es muy cierto, no podemos replicar la escuela en casa. Gracias, voy a probarlo para mi colegio la próxima semana ya que en esta, mandamos actividades.

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  2. Importante, Manolo. Ya lo llevo haciendo hace un tiempo y es muy importante para tener un diálogo personal e interior con la realidad personal, la de los demás, la de los diversos ambientes y la de las diferentes instituciones, viendo en ella los aspectos positivos y negativos novedosos. Victor

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